Feria de Aguascalientes, José Tomás cumbre del toreo

Lleno de no hay localidades de proporciones históricas ya que la plaza no registraba semejante entrada desde la despedida de Miguel Espinosa Armillita chico, hace ya mas de un lustro. No era para menos, se mascaba en el aire, en una tarde esplendida con sol, aunque algo de viento que al final molestó en la lidia, la gente se dio cita desde temprano y media hora antes del festejo no cabía nadie. José Tomás fue especialmente ovacionado, aunque lo tres fueron invitados a saludar por el público. La corrida comenzó bien, con un toro bueno para Zotoluco, sin embargo aunque dio alguna buena tanda, el publico comenzó a exigir que se embraguetara, y como torea con el pico termino por echar a perder una buena faena, además mato mal, en su segundo un toro que le daba coba después de tres muletazos se le vencía peligrosamente y le dio alguna colada, corto por lo sano, pero fallo al matar, algunos pitos. El arte se llama José Tomás, y aparte tiene un valor que nos hace estremecer, asusta e impresiona, porque encima lo hace con una conciencia tal que arrebata la razón. Su primero, un toro que tenia buen estilo, permitió que el torero le recetara una tanda de verónicas a cámara lenta, templadísimas y de un arte tal que a la segunda ya el público estaba de pie, el remate con la revolera fue de cartel, era su carta de presentación, donde dejaba claro a que venía, llevo al toro al caballo por chicuelinas al paso con Hidalguía, muy cuidado en el segundo tercio, bien bregado, José Tomás brindó a todos, comenzó con ayudados por alto sin moverse en el centro, el público entregado, rápido se echo la muleta a la izquierda enganchando al toro muy delante, quebrando la cintura, acompañando con los hombros y rematando atrás y abajo, soberbios fueron los naturales, dos de ellos larguísimos y de gran lentitud rematados por un cambio de mano sin solución de continuidad, para oír olés verdaderamente desgarradores, con la derecha el primero un poquito a media altura, para después bajarle la mano, y mas tandas de gran dimensión y hondura, estábamos emborrachados de arte cuando en el final de la faena se vinieron los cambios de mano, desdenes, y faroles, la estocada fue un volapié de gran pureza en el hoyo de la agujas, lo malo que le toro tardo en echarse y después de dos golpes con el descabello, se fue el rabo, sin embargo la oreja era de ley. Con el segundo la otra cara de la moneda, un quite por Caleserinas que nos quito el aliento, y cuando nadie daba nada por el toro, el maestro de Galapagar se puso en el sitio en el que nadie se pone, en el olimpo de los dioses que solo es suyo, e hizo pasar a un toro manso y con mucho genio que tiraba cornadas al aire, haciéndolo pasar con muletazos imposibles por la espalda, una media estocada en buen sitio y un golpe de descabello le dieron la oreja., dejemonos de cosas, no hay en la actualidad ningún torero, además de él, que pueda dar la lidia que dio a ese toro, y lo dejo muy claro, estamos ante un verdadero monstruo del toreo. Víctor Mora estuvo muy nervioso, algo atrabancado dejo ir al mejor toro de la tarde, el sexto un toro de rabo, al que solo le dio una buena serie con la izquierda de gran lentitud, era un toro para torearlo y se puso a dar zapatillazos y de rodillas, se le fue el triunfo, mato mal. Los toros muy bien presentados salvo el último de Teofilo Gómez destacando 1. 2º. y 6º. , una tarde histórica. Por Tato