Plaza México, entradón, gran tarde de toros, roban la puerta grande a José Tomás y Macías la consigue aunque sin redondear

Una expectación desbordada la mañana y tarde del domingo, la publicidad daba fe y vestía los techos de inmuebles y autobuses, novedoso e ingenioso, no se veía para nada mal, el rostro del torero y la plaza al fondo hacían preguntar a mas de uno sobre el evento y al torero ya en las calles se le conoce bien. Un tráfico fuera de lo normal  a esas horas y calles abarrotadas eran el marco para el gran evento, hace mucho que no veíamos tal expectación, que se reafirmo a las 16:00 hrs., prácticamente 40,000 aficionados colmaron el gran embudo de Insurgentes, la tarde era esplendida, la divisa garantía y el mano a mano esperado. Arturo Macías de carmín y oro, se llevo el toro de la temporada hasta el momento, muchos se confundieron, el público pidió el rabo pero la faena realmente no era para ello, el juez que no pidió la vuelta al ruedo, y el que mas fue el propio torero, que se pudo haber consagrado con un toro de embestidas lentas y acompasadas al que Macías se empecinó en recortarle el viaje en sus efectivos y famosos cambios de mano y cambiados por la espalda, pero que en realidad solo vestían una faena carente de fondo, no había clasicismo ni estructura, el diestro de Aguascalientes, con un ángel y carisma que conmueve a las masas, es mejor actor que torero, se deja coger por el toro y camino a la enfermería se para como por arte de magia, cual delantero de un equipo de primera, llora y se emociona, y el público toma partido por el pobrecito y no por el gran toro, en fin esta llamado a ser el próximo Eloy, lo bueno nadie se lo niega como ese matar a un tiempo de gran ejecución, en sus otros dos aunque potables nada pudo hacer.

El otro lado de la moneda es José Tomás, con una personalidad arrebatadora llena la plaza de arte y su poder de convocatoria lo dejo patente en la taquilla, hasta en 10 mil pesos se compraba un tendido de sombra y lo pagaron, yo lo vi. En su primero una fenón con verdad pura y pura verdad, muletazos largos y templados dejo su impronta, faena larga que en el cenit dio muletazos con los vuelos, muñeca relajada, expresión y hondura, y una elegancia y andar en la plaza, que mas se puede pedir, si desde ahí había valido el boleto, mato en todo lo alto y dejo pinchazo que no fue mácula por se hecho con torería pero el juez no lo vio así y la faena de dos orejas quedo en una vuelta entre gritos de torero! Torero!, con bronca al juez, sus siguiente faena fue de ir metiendo al toro en la canasta y lo logró, al final el toro falto de fuerza y casta embistió aunque de manera deslucida, pero los circulares y sobretodo ese llevarse la toro del centro al tercio con cambios de mano y firmazos pusieron al público en pie, abrocho con manoletinas de infarto y mato arriba para que le concedieran la oreja entre el clamor de la gente, en sus dos toros tuvo que exponer a niveles insospechados pero los toros no valían y solo en aislados momentos pudo sacar agua del pozo, pero eso sí el reconocimiento fue total, que enorme torero!, y que gran tarde de toros.

Por Tato.