Lamentable espectáculo entre El Payo y José Mauricio.

Ambas partes han dado personal y por medio de interlocutores sus argumentos de los sucedido el día de ayer en el Lobby del Hotel Presidente Inter Continental de la ciudad de Guadalajara, deambulando por ahí sabemos que solo subir las escaleras eléctricas que dan hacia la zona de Check y frente al bar interior se produjo el altercado del cual miembros del hotel y huéspedes se percataron, en fin no hace falta darle más vueltas, es simple y sencillamente lamentable.

De José Mauricio poco se puede decir aunque el mismo dejó un antecedente aquella mala tarde que se encaro con gente de las barreras que le recriminaban el no sacar el toro del caballo, más adelante se supo que efectivamente el picador cometió el error de afilar mal las puyas lo que impidió una buena labor, y se ofrecieron las disculpas adecuadas.

Sin embargo el caso del Payo es distinto, estuvo colocado en cuatro carteles durante la temporada grande de la Plaza México incluyendo una tarde de los festejos de aniversario, pero dio tardes para olvidar, salvo la última donde corto una oreja y la de inauguración donde saco la casta y también corto apéndices, pero, observando a detalle su labor en el ruedo desde el tendido pudimos apreciar o mejor dicho lamentar su proceder, casi siempre enfadado, pegando gritos a los miembros de su cuadrilla y alguna vez encarándose con el público y gritar improperios, recordamos también a su ayuda Mario Zulaica pegándole gritos a diestra y siniestra misma situación en otra tarde en que Mario Aguilar actuaba, en fin eso definitivamente es no saber estar en la plaza. Para colmo el Payo armo el numerito el día de la entrevista en el programa Mojoe que conducen Monserrat Olivier y Yolanda Andrade, en el que también participaron Rafael Herrerías e Hilda Tenorio, aquel día los tres dieron pena ajena, pero el que se los llevo de calle con tan lamentable espectáculo fue el Payo, bajándose el pantalón, haciendo gala del albur y el doble sentido de una manera por demás ordinaria pero lo peor fue que demostró la pobre Cultura Taurina que tiene además de un lenguaje limitado y perdió una gran oportunidad para hacer llegar un mensaje de la fiesta positivo a la juventud, si en estos momentos todos nos quejamos que en lo medios poco o nada hablan de la fiesta, el desperdiciar una valiosa y única oportunidad para hacerse notar y dar un mensaje contundente del mundo del toro es imperdonable, pero si encima damos ese triste espectáculo es peor, y de eso se encargo el Payo, por lo tanto no gracias mejor que ya no les inviten que dejaron la cosa peor.

Volviendo a Guadalajara, lo que pasó de una discusión en el ruedo acabó en un incidente donde se liaron a golpes cuando ahora mismo los mensajes de violencia es lo que menos necesitamos, pero viendo el historial ya descrito pues no nos debe extrañar que El Payo y compañía se comporten de una manera tan beligerante y ordinaria, triste tratándose de Toreros.

Son todos jóvenes y puede que por ese hecho debamos entenderlo, pero de ninguna manera aceptar, ojala todos rectifiquen el camino, que actitudes como esa no conducen a nada y deja muy mal parada a la fiesta, haber en que concluye el asunto.

Por Tato.