Plaza México, historia de dos rabos y un robo

Lo que se debió haber convertido ayer en un tarde histórica fue empañado por el afán protagónico de un juez carente de criterio y compromiso con la fiesta. Después de un 5 de febrero fecha marcada en el calendario como el aniversario de plaza, el cuál resulto gélido e insípido y que solo algunos detalles se pueden destacar, el día de ayer, día en que el diestro Valenciano Enrique Ponce se reencontraba con su afición, recordar que es uno de los toreros consentidos en la actualidad, la atmósfera estaba perfumada con esos aromas que preceden a los grandes acontecimientos y que los alternantes, en este caso, Joselito Adame, confirmante, y Arturo Macias el Cejas, no fueron ni comparsa ni mucho menos, todo lo contrario han dado una verdadera y digna pelea por competir por las palmas. Que decir del extraordinario encierro de la ganadería de San José que se lidió bien presentado y en el que de seis cinco embistieron y de esos dos recibieron arrastre lento pero eran de vuelta y otro mas de arrastre, de nos ser por que de nuevo para el juez esto paso desapercibido. Tratar de describir la faena de Enrique Ponce, sería inútil y ocioso, solamente para los presentes y los que la vieron a través de la Tv. quedaran emociones únicas, la México rigió con ese ole estentóreo como en los viejos tiempos, una faena sutil, llena de arte asolerado que puso al de Chiva en os cuernos de la luna, las caricias con el capote, los trazos de lentitud y ritmo con la derecha, los naturales eran pinturas y los cambios de mano y redondos con la pierna flexionadas fueron el no da mas, el negrito fue la estocada, atravesadilla y alguno inclusive dijo que la punta había asomado por el costado. Lo bueno también fue la actitud de Macías que respondió ante un gran toro, y con el que dio unas tandas muy buenas, pero no se puede discutir la gran calidad del toro, a nuestro punto de vista, Macía no estructuro la faena de manera adecuada y solo por momentos lo hizo con pureza y bajando la mano que era lo que el toro pedía, escudado en el toro cambió de lidia que mas bien fue que el toro se aburrió de su muleta y terminó algo distraído, en el encuentro la estocada resulto accidentada, momento en el que el cejas aprovecho para hacer su show y el público tiro en su favor para pedir el rabo, completamente indebido, y que el juez debió negar, por eso le fue muy protestado por los cabales, el cejas tiene carisma y valor pero falta mucho para que sea un verdadero lidiador. Quién nos dejó una mas que grata impresión fue Joselito Adame, hace el toro puro, largo y de mano baja, y dio dos faenas macizas que merecieron mejor premio, la primera por pinchar al primer intento y la segundo por la terquedad de un juez que no le quiso dar la oreja mas que merecida por una buena faena en los tres tercios y una buena estocada. Gran tarde de toros, con dos chavales nuevos que pueden dar la cara en un futuro y ser figuras y por un Ponce que junto a Morante y José Tomás comen aparte, y que para ellos la competencia solo es darse el gusto de sentirse toreros y hacer faenas cada vez más hermosas. Los taurinos Julistas, Tomasistas, Pancistas, Morantistas, etc., debemos de estar de enhorabuena por el gran momento que vive la fiesta ayudada por las figuras ultramarinas y por los jóvenes encierres que representarán la baraja taurina nacional. Por Tato.