viernes, 26 de agosto de 2011

Plaza de Toros El Paseo, segunda de Feria, Petardo ganadero de Bernaldo de Quiroz

Con un llenazo hasta el reloj se llevó a cabo la corrida conmemorativa del Santo Patrono de la ciudad San Luis Rey de Francia y lamentablemente se cumplió la consigna y la expectación y gran ambiente quedó en prácticamente nada debido al lamentable juego que dieron los toros, si de alguna manera se le puede llamar así, de la ganadería de Bernaldo de Quiroz y que una vez más se ha comprobado que este hierro de los llamados comerciales, su sangre está diluida más que la leche, hasta llegar a un grado de descastamiento aberrante que solo provoca el bostezo y sopor en el tendido, sin voluntad de embestir y cuando lo hacían ello era sin la más mínima sensación de peligro, más bien la sosería en todo su esplendor.

Zotoluco intento dispuesto ante su primer ejemplar sacarle algo, un animal cuyo comportamiento presagiaba la debacle del resto de la corrida a grado tal que por su falta de casta durante toda la faena de muleta, si faena se le puede llamar a ello, fue reculando de tercio a tercio y se asustaba nada más ver la muleta, espectáculo lastimoso y lamentable para un supuesto toro de lidia, en su segundo salió a por todas de rodillas con el capote y de muleta su labor fue sobarlo la primera mitad de la faena para arrancarle al final de la misma algunas series apreciables que fueron mal coronadas con la espada por lo que solo escucho palmas.

Ignacio Garibay fue quien a la postre se llevo el único trofeo por su faena al primero de su lote, el único ejemplar rescatable de la noche, un toro cuyas virtudes fuero la fijeza y voluntad de embestir aunque sin transmisión y soso, dejo buenos muletazos y series de derechazos y naturales aunque la faena no rompió del todo y lo que al principio le era jaleado con algarabía y entusiasmo por el público al final se fue poco a poco apagando en desinterés, aun así pego un buen espadazo aunque el toro se amorcillo por lo que tardo en doblar para solo recibir una oreja, misma que no creyó suficiente premio a su labor por lo que la arrojo al suelo de manera innecesaria y ridícula, creemos que el premio fue justo, con su otro poco que resaltar debido al comportamiento descastado.

Por su parte Octavio García El Payo vivió las dos cara de la moneda, en su primero un toro bajo de casta pero que lo dejo estar saco algunos muletazos sueltos y con su segundo se le vio desanimado y sin actitud así que el publico tomo partido y le exigió lo que le pico el orgullo para darse un arrimón aunque ya era tarde y su faena se diluyo en el aburrimiento general de toda la tarde, con la espada fatal y armo un mitin por lo que fue despedido con sonora bronca.

La actuación del juez fue buena en líneas generales, por otro lado Ignacio Garibay fue el triunfador y recibió el premio San Luis Rey de Francia que otorga la cerveza Victoria y que le fue entregado al final de la corrida en una abarrotado y precioso Centro Taurino Potosino a donde asistieron personalidades del toro, el empresario Joaquín Guerra, autoridades de la cervecería modelo, del propio centro taurino, de gobierno y medios de comunicación.

Por SL Tierra de Toros.

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