martes, 7 de agosto de 2007

El Villamelón

Que es un Villamelón, hay varias versiones del surgimiento de esta palabra pero la mas válida se refiere aquella que unos campesinos o lugareños de algunos pueblos en España, iban a Madrid y todo les llamaba la atención, los lugares como calles y jardines les sorprendían hasta llegar a la plaza de toros donde la luz, color y aromas del espectáculo les dejaba con la boca abierta y de manera natural se manifestaban con alegría y asombro ante todo, y cuando el torero ejecutaba un lance por simple ó ridículo que este fuera los forasteros reaccionaban con gran entusiasmo hasta la exageración lo que no dejaba de ser simpático, posiblemente los campesinos eran de algún pueblo llamado Villamelón o Villaconejos y así se les dio ese nombre. Que duda cabe que hoy en día los Villamelónes que se encuentran en el tendido no provienen de esos lugares pero lo que si es que representan la mayoría en la plaza ya que los aficionados conocedores no deben de rebasar el 10% de manera lamentablemente. En conclusión creo que el ser Villamelón no es pecado pero si esta mal que el aficionado no se preocupe por aprender y cultivarse taurinamente así como que la minoría sea conocedora, por lo que hay que ver muchos toros en la plaza, en videos o simplemente escuchar en radio o aprenderle al vecino. También se dice que el conocedor es muy celoso y guarda sus conocimientos para él o los amigos que saben pero no es correcto, creo que es hasta una es obligación instruir con respeto, siempre hay que intentar educar al respetable. Ahí les dejo esta reflexión. Un abrazo, Maletilla

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Y que lo digas Maletilla aquí en San Luis estamos llenos de villamelones y ahora que viene la feria los veremos hasta las chanclas y pidiendo la de aquí aunque de toros no saben nada y vayan 1 vez al año

Anónimo dijo...

somos unos cuantos jeje, no de verdad tienen razón

Miguel B. Corona dijo...

Desde siempre, los villamelones han llenado las plazas. Y desde siempre los "conocedores" los menospreciamos. Ellos decidieron no seguirnos aguantando y se fueron a ver el fut o al cine. El resultado son las plazas semivacías y toreros haciendo faenones memorables ante el cemento.