Hace 60 años, el espíritu de Manolete y la tragedia de Linares ronda en José Tomás

No hablar de José Tomás es muy difícil pareciera que con sangre rindiera tributo a quien admira, Manolete y al toreo, pero esto va mas allá de la razón José Tomás es un torero de otra galaxia una leyenda viva aunque ahora mismo este grave, hoy ha traspasado la historia y atropellado la razón esperemos pronto se restablezca y poder disfrutarlo por mucho tiempo, Monstruo del Toreo José Tomás.

LINARES (JAÉN).- El espíritu de Manolete se hizo presente durante la actuación de José Tomás, donde se dieron los dos ingredientes principales de este espectáculo en su máxima expresión: la belleza estética y el componente trágico. Es la primera cornada que recibe el de Galapagar desde que volvió a los ruedos en La Monumental de Barcelona. Según el parte médico, el pronóstico es grave.El parte médico dice lo siguiente: "Herido por asta de toro en la cara anterior externa del muslo derecho que diseca fémur con dos trayectorias. Una ascendente de 15 centímetros que rompe fibras del músculo sartorio y otra descendente de 10 centímetros que bordea el fémur. Se hace tratamiento quirúrgico en la plaza colocando drenajes en ambas trayectorias. Pronóstico grave. Se traslada al herido al hospital de San Agustín de Linares".En Málaga, el diestro resultó volteado en el segundo toro, pero no llegó a ser corneado. En Linares José Tomás no ha tenido tanta suerte. Fue herido por su primer toro, perteneciente a la ganadería de Núñez del Cuvillo, al retomar la mano derecha. Aún así, continuó en la plaza para acabar con el animal. Su cuadrilla recogió las dos orejas que le fueron otorgadas por la faena, mientras él se marchaba por su propio pie a la enfermería. Desde la plaza hasta la enfermería dejó un reguero de sangre que mostraba la gravedad del percance. En estos momentos el matador se encuentra en el hospital de San Agustín de Linares. Los servicios médicos, en un primer momento, le operaron en el quirófano de la plaza en lugar de derivarlo a un hospital. Decenas de personas, entre ellas un emocionado y preocupado Joaquín Sabina, se arremolinaron en las puertas de la enfermería esperando la salida del torero hacia el centro hospitalario.

Con información y fotos de : el mundo.es