San Luis Potosí, mucho continente poco contenido

Ante lleno y lluvia intermitente durante toda la noche, se lidiaron astados dos de Coronado para rejones, y cuatro para los de a pie de Villa Carmela, uno como sobrero del segundo que tuvo problemas en los cuartos traseros, todos mansos y descastados, además muy mal presentados excepto el tercero, todos pitados en el arrastre. Hermoso de Mendoza corto las dos orejas de su segundo con la complicidad del juez ya que si bien el público pedía algún trofeo fue un premio por demás exagerado, aún mas con solo de ver lo defectuoso que cayo el rejón de muerte, Hermoso tuvo especialmente buenos pares a dos manos pero sus faenas carecieron de fondo y sobre todo pureza, a su primero un toro parado y sin clase lo descordó por lo que el público lo abucheo. Fernando Ochoa no estuvo confiado en su primero, un toro que espiaba y media mucho, después de alguna colado fue por la espada y lo despacho pronto su labor fue silenciada, en su segundo un toro con mas gas dio alguna buena tanda pero sin redondear y mato de estocada caída, después a su clásica manera y como lo hizo durante la feria pasada, espero fuera del burladero para provocar al público que tímidamente pidió el apéndice que el juez inexplicablemente otorgó. Ignacio Garibay no tuvo tela de donde cortar en su primero donde los mejores pasajes los dejo en el capote y al final escucho palmas, con su segundo un toro con mas nervio, con la muleta tuvo que acortar distancias y pisar terrenos del toro lo que el público le reconoció, mato de buena estocada y corto dos orejas. La corrida de ayer además de pasada por agua, fue una corrida insulsa, por la poca presencia de los astados, especialmente los de Pablo Hermosos que eran verdaderos novillotes, la mala actuación del juez, la poca disposición de los toreros, y la complacencia de un público etílico y deseosos de fiesta, ¿eso es la fiesta?, que alguien lo explique . Por Redacción.